MANIFIESTO PÚBLICO
Desde los Andes, desde la América india y ancestral,
vienen llegando vientos de
hermandad, de solidaridad y de SORORIDAD, y así mismo llegan dolores; dolor
ancestral, dolor político, dolor emocional, dolor corporal, dolor de matria;
dolores que agitan el corazón, la razón, el sinsabor, pero también la
insistencia, la persistencia y la RESISTENCIA
de quienes abogamos,
de quienes nos manifestamos, gritamos, exigimos y nos movilizamos ahora más que nunca, por nuestros
derechos como mujeres y en especial por la erradicación de todo tipo de
violencia contra nosotras.
Nos mueve y conmueve la situación especial
de las mujeres indígenas y negras, las que
son de nuevo el foco de estas violencias en medio de un conflicto armado que
aún no cesa y que degrada nuestra condición como mujeres, como sujetos
políticos que seguimos insistiendo en el logro de la Paz con justicia social.
Nos convoca este 25 de noviembre la memoria de Bartolina Sisa, una valerosa mujer Quechua que fue descuartizada por
las fuerzas españolas durante la rebelión anticolonial, y que motivó
a las mujeres indígenas de esta saqueada
y violentada América Latina a conmemorar en el mes de
septiembre el día de la mujer indígena; nos convoca también Policarpa Salavarrieta, ejecutada y
descuartizada por el imperio español hace 200 años.
Y con ellas el asesinato de la gobernadora indígena del
Cauca: Cristina Bautista (y 4 líderes
más), finalizando el mes de octubre y en medio de un ataque armado dejando
además heridas a 4 personas; pero también nos convocan las miles de Cristinas,
Anas, Marías, Olgas, aquellas
que padecen el rigor de las violencias con mayor intensidad. Las mujeres de los resguardos en: Urabá, Nordeste, Bajo Cauca,
Norte, Suroeste. Al igual que las mujeres afrodecendientes en estos mismos
territorios, son las que hoy gritan de
ignominia, las que lloran su impotencia, las que padecen
la violencia social y política
con mayor ardor, las que son silenciadas desde el horror y el miedo, las
que tienen que desplazarse junto con sus familias, las que en sus cuerpos
evidencian, cómo éste se convierte en botín de
guerra.
Nos convoca y provoca manifestarnos, gritar y exigir lo
que hoy es palpable, con el aumento indiscriminado de violencias sexuales
contra las mujeres y en particular el aumento de las violencias sexuales contra
las niñas y las adolescentes; así lo constata el informe de DD HH presentado por la Corporación Educativa COMBOS, la Corporación
para la Vida MUJERES QUE CREAN y la Corporación VAMOS MUJER.
“…Los actos de violencia
contra las mujeres, niñas y adolescentes se inscriben en relaciones de poder
desigual, apareciendo como estructuras de relacionamiento presentes en las
interacciones que parientes, vecinos, cuidadores, desconocidos, paramilitares,
guerrilleros, integrantes de la Fuerza pública, grupos pos-desmovilización e
ilegales establecen con ellas en espacios privados y públicos, tanto en épocas
de conflicto como de paz…”.
“…Para las mujeres, niñas y
adolescentes el riesgo de vivir violencias es permanente; sin embargo, de
acuerdo al ciclo vital, se evidencian particularidades que hacen que la
violencia sexual se concentre entre la primera
infancia y la adolescencia (0 a 17 años)…”.
Nos mueve hacia la movilización, igualmente, la
situación de violencias ejercidas contra las mujeres en el ámbito
universitario, espacio de “sueño y a la vez de pesadilla”; y qué decir de las migrantes
venezolanas que llegan a nuestro
país en busca de una vida digna y que son explotadas laboralmente y
abusadas en la búsqueda de sus necesidades de sobrevivientes.
Nos alerta la promoción de idearios fundamentalistas,
por quienes siempre han pretendido que los derechos sexuales
y los derechos reproductivos logrados
retrocedan, como es el caso de las propuestas anti aborto, que insisten en que el lugar de las mujeres es la casa y la familia,
es decir enviarnos de nuevo al ostracismo; y rechazamos también que no se reconozcan y se respeten
las identidades de las mujeres trans, quienes son invisibilizadas y expuestas a
toda clase de vejámenes incluyendo el feminicidio.
EXIGIMOS:
o
Respeto por los Derechos Humanos de las mujeres.
o
Investigacion inmediata sobre de
los asesinatos de lideresas: indígenas, negras, y quienes padecen todas las violencias.
o
Investigar los feminicidios ocurridos, en su mayoría,
por hombres cercanos
a ellas, y quienes someten
nuestra vida a todo tipo de violencias.
o
Cumplimiento de acuerdos en
politicas publicas y en especial el Acuerdo de Paz pactado el 24 de noviembre
de 2016, pues se evidencia su ausencia.
o
Y,
en general, la revisión y el rechazo
en la educación y la “jurisdicción penal”
que favorecen todo tipo de violencias machistas instaladas en la mente
de la cultura patriarcal, manifestándose en el espacio
privado y público,
como lo demuestra los casos visibilizados, ahora, en las universidades.
Medellín,
Noviembre de 2019
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